D.E.P. COMPAÑERO

En el post anterior hablamos de la relación que había entre la visión de un niño, que nos veía como "superhéroes", y lo que en realidad somos, que no es más que personas de carne y hueso igual que las demás.
Hoy tenemos que hablar, en lugar de hazañas en incendios o accidentes,de la parte "humana" de un bombero. Ayer nos dejaba un compañero después de una semana luchando contra una neumonía.

Manuel Pedrero, después de casi 40 años de servicio (1978) se jubiló a mediados de Diciembre de 2016, como Sargento del servicio.
Si, poco más de un mes después de su merecido retiro, nos abandona.
Como persona era peculiar, bohemio, especial. De gran cultura, apasionado de la fotografía, de Extremadura, de sus rutas y paisajes, y sobre todo de Badajoz. Siempre deportista y cuidadoso con la alimentación.
Como profesional, enorme, sabedor de sus conocimientos, los aplicaba con maestría en cada intervención sabiendo lo que podía sacar de cada bombero en cada ocasión.
Era serio en el trato personal, pero en el parque se echarán de menos esas voces  simulando la "sirena gorda" o esas "llamadas falsas" por megafonía, esos sabios consejos sobre rutas especiales extremeñas o esas explicaciones magistrales de la historia de la ciudad.

"Auuuuuuuuu" "din-don-din Manuel Pedrero acuda a......." A saber la magnitud de la intervención a la que vas para que te requieran de esta manera tan repentina y que sólo tu puedes llevarla a buen puerto. Lo que sí sabemos, es que el éxito está asegurado contigo al frente.

Tu mujer, tus hijos, tus nietos, tus bomberos, tu Alcazaba, te echaremos de menos. 
Pero sabemos que desde donde estés, siempre estarás vigilante con tu casco amarillo, y no sabes como tranquiliza eso.

Sigue las huellas, decías en tu blog, pues ahora te decimos que seguiremos las tuyas.
Un abrazo compañero.